El Servicio de Impuestos Internos de Australia (ATO) emitió un comunicado pidiendo a 600 usuarios de criptomonedas en el país que paguen impuestos sobre sus ganancias durante el próximo período impositivo.
El gobierno australiano ha tomado medidas para supresión de los comerciantes de criptomonedas y la actividad de las criptomonedas después de descubrir un crecimiento significativo en la inversión desde 2020.
El gobierno ha dejado en claro que los mecanismos de criptomonedas anónimos no ocultarán ni excusarán a los comerciantes de criptomonedas australianos de las autoridades fiscales.
El subcomisionado Tim Lo explicó que los reguladores financieros rastrearán a estos comerciantes a través de sus cuentas bancarias:
“Nos alarma que algunos contribuyentes crean que el anonimato de las criptomonedas les da una licencia para ignorar sus obligaciones fiscales. Aunque parece que la criptomoneda opera en un mundo digital anónimo, estamos monitoreando de cerca dónde interactúa con el mundo real, utilizando datos de bancos, instituciones financieras e intercambios de criptomonedas en línea para rastrear la devolución de dinero al contribuyente ".
ATO utilizará datos de cuentas bancarias y los extrapolará de declaraciones de impuestos anteriores. Esto asegura que los comerciantes paguen impuestos suficientes. Los activos criptográficos se gravarán como ingresos según el valor de la criptomoneda en dólares australianos.
El IRS se pondrá en contacto específicamente con más de 100000 titulares de criptomonedas y alentará a más de 300000 a reportar sus ganancias o pérdidas en su declaración de impuestos de 2021.
2021 ha sido un año activo para los reguladores financieros australianos que luchan por crear las condiciones para el campo en constante cambio de las criptomonedas. El Comité Ad Hoc del Senado de Australia sobre Australia como Centro Tecnológico y Financiero anunció en mayo que estudiará cómo se pueden regular los criptoactivos en el país.
Una investigación parlamentaria tiene como objetivo regular las criptomonedas con el objetivo de fortalecer el sector fintech local y fomentar la innovación financiera.
Los reguladores ven esto como un movimiento apropiado a medida que crece la popularidad de las criptomonedas en el país. Los informes muestran que algunas de las familias más ricas del país están comprando activos digitales. Presumiblemente, esta es su inversión alternativa con fines de lucro, a diferencia de las acciones o los bonos.